En tu dormitorio privado, de doce metros cuadrados, tienes tu propio baño completo, una cama grande, una mesa de estudio y mucho espacio de almacenamiento. Viene equipado y amueblado, controlas tu propia calefacción y aire acondicionado y casi no hay ruido porque está muy bien aislado. ¡Ah! y antes de entrar pintamos las paredes del color que tú elijas.
Cuanto te apetece estar con tus compañeros, vas a las zonas comunes. Les conociste antes de entrar, y os hicisteis amigos rápidamente porque nos aseguramos de que tengáis mucho en común. Compartís el salón, el comedor y la cocina. Veis la tele en el sofá, os turnáis para cocinar, y trabajáis o estudiáis juntos en una de las mesas de coworking que hay en el salón.
Hoy en día es muy normal trabajar y estudiar desde casa, y en esta tienes una zonas especiales para ello: privada en tu dormitorio o compartida en la zona de coworking integrada en el salón. Fibra de 600Mb, mesas y sillas de calidad, ventilación inteligente, iluminación adecuada y la nevera siempre cerca te permiten rendir al máximo sin perder tiempo en desplazamientos.
Cocinar es un placer… si te sobra tiempo. Estás empezando tu carrera profesional, y a veces comes mal porque simplemente no tienes tiempo: cuando hay que terminar un trabajo o contestar a un correo importante, tienes que hacer lo que tienes que hacer. Todas las mañanas, si quieres, te llevamos un menú completo, de comida sana y fresca, ajustado a tus preferencias y necesidades, para que sólo tengas que calentar y disfrutar.
Sabemos que la vida es lo que ocurre mientras estamos ocupados haciendo planes. Los primeros seis meses de estancia son obligatorios por ley, pero después de eso, el compromiso se renueva mes a mes, con sólo avisar quince días antes, ya te puedes ir a perseguir esa nueva oportunidad… o cambiar a una casa Compartida de otra ciudad.
Dependiendo de lo que vayan permitiendo las autoridades, organizaremos cenas, conciertos, eventos deportivos y reuniones varias, periódicas y optativas, para que compartas tiempo con amigos y compañeros de tu casa y de otras casas.
Todos los gastos están incluidos por lo que no tienes que hacer cuentas con tus compañeros: electricidad, calefacción, aire acondicionado, agua, fibra con Movistar premium y Netflix, gastos de comunidad, condimentos, detergente y papel higiénico. Todas las semanas va Lorena a limpiar, desinfectar, y lavar las sábanas y toallas. Luis, el conserje del edificio, siempre está disponible para recoger los paquetes que te llegan cuando no estás en casa, sacar la basura y ayudarte con lo que necesites.
Los cinco compañeros formáis una burbuja de convivencia, pero aún así la casa tiene medidas que os protegen contra el virus: ventilación inteligente y filtrada que renueva todo el aire cada tres horas, felpudos-barrera, desinfección diaria de las zonas comunes del edificio, Pero como el miedo es muy libre, siempre tienes la opción de permanecer en tu habitación hasta que se te pase.
Las cosas se rompen, lo sabemos bien. No hay nada más desagradable que una cisterna sonando cuando intentas dormir, o un grifo que gotea cuando estás intentando leer. No podemos prometer que de vez en cuando no se caiga Internet, pero garantizamos que cualquier incidencia que se pueda reparar, arreglar o cambiar estará solucionada en 24h o menos. Sin coste añadido, claro está.
La casa es fantástica... pero es lo de menos. Seguro que en tu vida has sido más feliz en una tienda de campaña con amigos que en una mansión con gente hostil. Por eso, en una casa Compartida lo más importante son las relaciones. Dependiendo de lo que vaya estando permitido, organizaremos cenas, conciertos, eventos deportivos y reuniones varias, periódicas y optativas, para que compartas tiempo con amigos y compañeros de tu casa y de otras casas.
Sabemos que la vida es lo que ocurre mientras estamos ocupados haciendo planes. Los primeros seis meses de estancia son obligatorios por ley, pero después de eso, el compromiso se renueva mes a mes, con sólo avisar quince días antes, ya te puedes ir a perseguir esa nueva oportunidad… o cambiar a una casa Compartida de otra ciudad.
¿Alquilar es tirar el dinero? Ya no. Cuando alquilas en una casa Compartida, con una parte de ese alquiler estás comprando participaciones en la empresa, por lo que, probablemente sea una mejor inversión que una hipoteca.
No lo sabemos todavía, porque no conocemos a los que la vais a ocupar. Cuando estemos seleccionando candidatos, os preguntaremos vuestras preferencias y así se hará. Buscamos es a cinco personas que vivan felices y con la mejor armonía posible, la vida fuera de la casa ya es muy dura como para no poderse relajar dentro de ella. Así que dependerá de ti, lo decidirás más adelante.
Los cuadros tienen un marco por algo. Para poder ser verdaderamente libres, necesitamos unos límites, pero los mejores límites son los que nos imponemos a nosotros mismos. Por eso, antes de entrar en la casa, conocerás a todos tus compañeros, y juntos votaréis una serie de reglas que regularán vuestra vida en comunidad. Asuntos como los horarios en los que se puede hacer ruido, si se pueden traer invitados, quién saca la basura o qué pasa en vacaciones son objeto de decisión previa, consensuada y respetada por todos.
Las habitaciones son grandes, pero no tanto como para acomodar a dos personas diariamente. Pero el hecho de que puedas convivir en tu habitación con otra persona uno o varios días al mes dependerá de las Reglas de la Casa (ReCa) que hayáis consensuado entre todos los compañeros previamente. Quizás digáis que no hay problema, o que está prohibido, o que está permitido los fines de semana. Quizás tu tendrás que pagar algo más y ellos algo menos. Quizás depende de tu pareja, los compañeros tendrán que conocerla primero y opinar. Pase lo que pase, se ajustará a unas reglas votadas previamente, pero que se pueden cambiar… siempre que se decida por consenso.
Es necesario, por ley, permanecer al menos seis meses en la casa. A partir de ahí, vas renovando mes a mes y no hay permanencia: si te quieres ir, sólo tienes que avisar con 15 días de antelación.
La habitación sigue siendo tuya, pero cuando estés de vacaciones permanecerá vacía. Si así lo habéis decidido todos los compañeros, podrás prestársela durante ese tiempo a algún amigo o familiar… aunque sea verano, tiene aire acondicionado.
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